Con una inversión supera 11 los millones de euros, la nueva bodega se ha diseñado bajo criterios de eficiencia energética y
sostenibilidad integral
La empresa rondeña ha anunciado el inicio de la segunda y última fase de su nueva instalación en la finca Viña Amaya, con una inversión acumulada superior
a los 11 millones de euros. Desde la firma se destaca que «este proyecto, sin precedentes en la región, reafirma el compromiso de la familia Losantos con un modelo empresarial basado en la excelencia, la sostenibilidad y la independencia. Valorada en más de 20 millones de euros, Bodega Doña Felisa ha sido objeto de varios intentos de adquisición por parte de importantes grupos bodegueros nacionales. Sin embargo, todos han sido rechazados con firmeza. La
propiedad continúa siendo 100% familiar, y el crecimiento de la compañía se ha financiado exclusivamente con fondos propios, reflejo de una visión empresarial
clara, paciente y estratégica. Con unos crecimientos en ventas de doble dígito, se demuestra que los vinos rondeños tienen futuro en un mercado global».
La nueva bodega se ha diseñado bajo criterios de eficiencia energética y sostenibilidad integral. Las instalaciones son autosuficientes, están desconectadas de la red eléctrica, alimentadas por 300 paneles solares fotovoltaicos que abastecen completamente sus operaciones, incluidas las nocturnas gracias a un avanzado sistema de baterías. Además, se han introducido sistemas de conducción del viñedo adaptados al terreno y al clima, recuperando la tradicional plantación en vaso y apoyados por una estación meteorológica propia que monitoriza en tiempo real las condiciones climatológicas de las fincas. La elaboración se beneficia de tecnologías de última generación, como depósitos ovoides de hormigón, control climático automatizado en todas las fases de producción (incluyendo la elaboración de vinos espumosos), y un sistema de vendimia por gravedad que minimiza la oxidación del mosto.
Uno de los elementos más innovadores es el sistema Osiris, un dispositivo que emplea el CO₂ natural de la fermentación para realizar el remontado automático,
mejorando la extracción de aromas, color y taninos sin intervención mecánica agresiva. Esta tecnología, aún poco común en el sector, posiciona a Doña Felisa a
la vanguardia de la enología moderna en Andalucía. «Con una producción anual prevista de 400.000 botellas, Bodega Doña Felisa continúa su trayectoria ascendente, combinando tradición, innovación y un profundo respeto por el entorno». Su modelo de negocio ha sido reconocido en eventos de prestigio, como la cumbre europea celebrada en Granada en 2023, donde sus vinos fueron seleccionados para la cena de gala oficial. El crecimiento de la bodega trae consigo nuevas oportunidades laborales: con la puesta en marcha de Viña Amaya, la empresa busca incorporar profesionales en distintos departamentos técnicos, de producción, enoturismo y oficinas, consolidando así un equipo humano que siga proyectando el nombre de Ronda a nivel internacional.
Historia de una empresa familiar
Fundada en 1999 por José María Losantos y Gema Alonso, la bodega ha mantenido un crecimiento sostenido, consolidándose como uno de los pilares de
la Denominación de Origen Sierras de Málaga. Con una política discreta y alejada del circuito comercial habitual , sus vinos han alcanzado reconocimiento en los
principales mercados nacionales e internacionales. Bodega Doña Felisa es conocida por marcas emblemáticas como Seis+Seis, Cloe,
Doble 12 y Markiss, entre otras, que forman parte de un catálogo de 14 referencias diferentes, cada una con su propia personalidad y elaboradas bajo el sello de
calidad y respeto al terroir.
Además, la experiencia de la familia Losantos se ha trasladado al asesoramiento de otras bodegas, que han confiado en su saber hacer para impulsar sus propios proyectos vitivinícolas. La nueva instalación, bautizada Viña Amaya en honor a la nieta de los fundadores, se alza sobre 22 hectáreas de viñedo ecológico plantado hace cinco años. Su proximidad a las ruinas romanas de Acinipo, conocida históricamente como Tierra de Vinos, proporciona un terroir excepcional para la creación de grandes vinos.
