El Festival Arte Vivo es una semana cultural que copa los años impares y que cada anualidad coge más fuerza
El pasado sábado Genalguacil dio inicio a ‘Arte Vivo’ 2025 con la inauguración de la exposición ‘Rumor de grieta’, una muestra comisariada por Laura Vallés Vílchez en la que participan Lola Lasurt, artista visual, y Yinka Esi Graves, bailaora y coreógrafa. Según recoge la hoja de sala de la exposición, “Lola Lasurtpropone dos frisos pictóricos y un despliegue de archivo que ensayan la insistencia de lo no resuelto. Para ella, la pintura no es objeto: es gesto abierto, performativo. En este paisaje, ha significado salir del estudio. Dejar que la intemperie penetre el pigmento como quien deja que la historia impregne la superficie. El primer friso suspendido con estructuras de olivo y titulado Colaboradores, Enlaces y Auxiliares (2025), nace en Sierra Bermeja: esta topografía de violencia y resistencia durante la Guerra Civil Española es un palimpsesto que aún se invoca en los nombres Peñasblancas, el Arroyo de los Muertos, Cueva de Vaque. Pero aquí la pintura no representa: se vuelve performativa porque activa la atención como gesto: el trazo es residuo de acción.
Desde hace años, artista y curadora comparten la vigilia de revisar las veinte coreografías de la Modern Dance norteamericana que, en mitad de la propia Guerra Civil Española, fueron suspiro, refugio y aliento. Un archivo que sobrevive a retazos: notas, márgenes, fotografías, silencios de biblioteca. En esta ocasión, Lasurt se detiene en Angna Enters (1897-1989), bailarina y mimo, extranjera que encarnó la fisura entre cuerpo y paisaje. En la Málaga de 1936, Enters experimentó la violencia de la historia y la contuvo en dos piezas coreográficas que respondieron a su experiencia: Flesh Possessed Saint – Red Málaga y Spain Says Salud! Obras que no se documentaron, de las que apenas quedan huellas ni escuela. Inspirado en este relato, el segundo friso, titulado Enters: Danza Mímica I, Málaga 1936 (2025), fragmenta su cuerpo —persona y personaje— en gestos detenidos. El gesto coreográfico se vuelve pintura y retrato para sostenerse quieta como pregunta: ¿qué permanece cuando apenas nada queda? Este trabajo prolonga la línea de investigación de Lasurt sobre Deep Song, de Martha Graham: su primera aproximación a la guerra como coreografía recreada. Dos de veinte gestos recuperados, gestos de vida de un archivo después de la vida.
El archivo consultado en la New York Public Library sobre estas vivencias que pone en diálogo la guerra con la Modern Dance se despliega en un tercer friso que se multiplica como programa público. Este tercer friso brota de ese gesto: se vuelve conversación, taller, lectura compartida, nueva capa de montaje.
Yinka Esi Graves investiga el cuerpo diaspórico como frontera en movimiento. Su práctica brota del flamenco entendido como archivo vivo y paradoja: un género atravesado por cruces, herencias impuras, caminos de ida y vuelta. El flamenco —memoria gitana, judía, morisca, andaluza, africana— fue siempre mezcla. Si, como ella dice, el flamenco es un lugar para estar sin permiso, entonces la fisura se convierte en territorio desde donde insistir en la pregunta. Su estancia en Genalguacil no ha sido lineal. Cada regreso ha depositado una capa. Desde Genalguacil hasta Gaucín, recorre senderos que conservan relatos de frontera: bandoleros románticos, escondites moriscos, memoria clandestina. La comunidad gitana —portadora y transformadora del flamenco— sostiene ese rumor.
Carmen, su punto de partida, es mito de fuga, emancipación y desborde. Desde Mérimée y Bizet hasta la copla popular, Carmen circula como estereotipo racializado: cuerpo proyectado como promesa domesticada de folclore. Pero también encarna la memoria del bandolero, la justicia que se escapa de la norma. ¿Qué grieta abre Carmen cuando se canta en tierras que recuerdan rutas de huida? La Carmen de Yinka roza la sierra de Lola: pintura y cuerpo devuelven la frontera como intersticio vivo. De esa pregunta nace la película Bermeja – Carmen Takes a Break (2025), editada junto al cineasta Miguel Ángel Rosales, cuya mirada acompaña procesos pos/de/anti/coloniales en Andalucía. Una cámara que no documenta, sino que escucha. La banda local interpreta ¡Viva España! —himno, frontera— y Yinka, en compás abierto, responde en silencio. Junto al músico TT U’R’I, desmontan esa melodía grabada en el barranco y la devuelven quebrada, convertida en una segunda pieza: a Fanfare. b. Ráfaga (2025). Un eco que interroga: ¿qué frontera regresa cada vez que se canta lo que nunca fue del todo nuestro?
En ese espacio, Yinka no ofrece una escena cerrada: hace cuerpo presente como quien transita sin mapa. Ensaya a Carmen como fuga, bravura, escondite. Un cuerpo que baila la hendidura para mantenerla abierta. Aquí, la coreografía respira incluso cuando el pie se retira, cuando la piedra conserva la huella de un paso que aún no se ha ido. Así nace una herramienta de trabajo: un taller, un diagrama en una pizarra, un rumor que nos susurra desde estas salas.”
El Festival Arte Vivo 2025 tiene lugar del 9 al 16 de agosto en Genalguacil. Una semana cultural que copa los años impares y que cada anualidad coge más fuerza dentro del calendario de actividades culturales, logrando que miles de personas visiten el municipio en estas fechas. Para esta edición se ha confeccionado una amplia programación con un sinfín de actividades de toda índole. De esta manera, el sábado por la noche se dio el pistoletazo oficial de salida al evento con la Gala Inaugural que corrió a cargo del vecino y periodista Vere Álvarez Navas en la Plaza de la Constitución. Este lugar es considerado centro neurálgico donde cada noche los vecinos y visitantes disfrutan de las tradicionales Noches al Fresco. Desde verbenas amenizadas por Dj y conciertos musicales (copla, música de los 90…) hasta Teatro Lírico Andaluz (Zarzuela) y cine. La artista Yinka ofreció una performance el domingo día 10 y diferentes talleres a lo largo de la semana titulados ‘Un cuerpo rítmico’ relacionados con el baile, la danza y el flamenco. Por su parte, Lola compagina un taller de archivo con una excursión por el Arroyo de los Muertos, lugar sobre el que ha trabajado en sus estancias en Genalguacil.
La programación está enfocada a todos los públicos, ya que tanto los más pequeños como los mayores tienen cabida, siendo siempre los verdaderos protagonistas. Cada mañana amanece con el Taller de Aerobic o las conocidas Mañanas con Ritmo a cargo del monitor deportivo Juan Francisco Moreno. Él, junto a otros miembros como el técnico de juventud y la educadora social son los encargados del desarrollo de las actividades deportivas (torneo de petanca y pádel), de multiaventura (yincana/juegos acuáticos); y talleres para niños y adultos.
En el meridiano del Festival Arte Vivo 2025, mañana miércoles 13 de agosto, será un día intenso donde destacan la presentación de las actividades Kripties Fundación y la emisión de su primer podcast, que contará con intervenciones de destacados artistas y gestores culturales. Ambas actividades se celebrarán en el Laboratorio Internacional de Innovación Rural (LAB) de Genalguacil. En horario de tarde, el escritor Miguel Fernández ofrecerá la presentación de su libro ‘Me va la vida en ello. Luis Eduardo Aute, vida y obra de un artista total’.
Entre otras actividades, durante las jornadas, también se inaugura la exposición ‘Relaciones’ de Cazo en el Hogar del Pensionista, y los asistentes disfrutarán del espacio de experimentación gráfica ‘Grabar deja huella’ por la artista malagueña Yolanda Relinque. Tras días sin pausa se alcanzará el sábado 16, momento en el que, por la noche, en torno a las 23 horas, se desarrollará la Gala de Clausura para rememorar lo vivido y realizar la entrega de premios y reconocimientos. El broche lo pondrá el trío musical “Glow Up” con música en directo y el Dj Dani Terroba para bajar el telón de Arte Vivo 2025.





