La coordinadora de VOX en Ronda, Celia Aragonés, ha criticado duramente la falta de iniciativa del Ayuntamiento ante el bloqueo que impide la apertura de la nueva estación de autobuses de la ciudad. A pesar de que las obras del edificio están prácticamente finalizadas, la infraestructura sigue sin poder entrar en funcionamiento por la ausencia de un paso sobre las vías del tren, cuya ejecución depende de Adif.
«Resulta incomprensible que el Ayuntamiento de Ronda haya permitido que las obras de la estación avancen sin garantizar algo tan básico como su conexión con la red viaria», ha lamentado Aragonés. «Estamos hablando de una inversión pública millonaria que podría quedar inutilizada si no se actúa con urgencia».
En este sentido, VOX denuncia que el equipo de gobierno municipal, encabezado por la alcaldesa María de la Paz Fernández Lobato (PP), ha sido incapaz de exigir a Adif plazos concretos, ni ha promovido un acuerdo efectivo que garantice la ejecución del paso ferroviario. La propia empresa estatal ha reconocido que el proyecto se encuentra en fase de modificación, pero sin fechas definidas, lo que aleja aún más la puesta en marcha de la estación.
«No es de recibo que la alcaldesa de Ronda siga sin mover un dedo mientras una obra clave para la movilidad de nuestros vecinos y visitantes se encuentra bloqueada. Desde VOX exigimos que el Ayuntamiento actúe de inmediato, convoque a Adif y exija un cronograma claro de actuación», ha insistido la coordinadora local.
VOX recuerda que el proyecto contempla una estación moderna con doce andenes, zona comercial y servicios, pensada para mejorar las conexiones interurbanas. Sin embargo, si no se construye el paso elevado sobre la línea ferroviaria Ronda–Algeciras, los autobuses no podrán acceder ni salir de las instalaciones.
«Es un auténtico despropósito que se haya llegado a este punto sin que el Partido Popular rondeño haya puesto soluciones sobre la mesa. El Ayuntamiento, con Fernández Lobato al frente, no puede limitarse a esperar: debe liderar esta reivindicación y exigir responsabilidades. Ronda no merece una estación fantasma», ha concluido Aragonés.
