Es el caso de Pepe, Manuel o Diego. Han dicho que estas mesas informativas siempre son necesarias porque siempre hay quien se acaba interesando por el asunto y acaba haciéndose donante.
El mensaje muy claro: donar salva vidas. De nada se quieren los órganos tras la muerte o incluso, en vida, cuando se pueden donar órganos como los propios riñones.
Y los datos, aunque buenos, pueden seguir mejorando.