Decenas de personas participaron, tanto en la misa que se celebró antes de la procesión, como en el posterior desfile, que recorrió diferentes rincones del casco histórico, donde se organizaron las distintas estaciones de penitencia por parte de las hermandades.
Se trata de una tradición muy arraigada en Ronda, ya que además de los actos religiosos también se suelen realizar actividades complementarias en la barriada de La Ciudad.