Son documentos fundamentales para conocer algo más de cómo éramos los rondeños. Se trata de un archivo histórico imprescindible dada la pérdida de muchos de los archivos oficiales que había en la ciudad, como ha ocurrido con otros muchos archivos.
De hecho, el de la Maestranza es un archivo que destaca por la gran cantidad de documentos privados que atesora, documentos depositados en este archivo por distintas familias rondeñas y que dan buena cuenta de cómo era el día a día en la ciudad, su relación con las instituciones y poderes. Lo explicaba Francisco Rosales, archivero de la Maestranza.
La Maestranza concretamente suma 1.000 carpetas en un archivo de consideración. Un archivo que, por utilizar los parámetros con que se suelen catalogar las dimensiones de los archivos, mide linealmente 500 metros. Según ha explicado el archivero, es además información que está a disposición de los investigadores o de cualquier ciudadano que necesite utilizar dichos documentos. Ese es uno de los mensajes fundamentales en un día como el de hoy, donde también se habla de modernidad: y es que los archivos, como los museos o bibliotecas, han superado ese tiempo en que eran considerados contenedores donde acumular polvo; se quiere que sean instituciones totalmente abiertas a la sociedad.
Entrevista a Francisco Rosales en Ronda de Mañana:
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