El Archivo Histórico Municipal de Ronda es uno de los servicios públicos que se prestan desde el Consistorio, concretamente desde la Concejalía de Cultura, y que son desconocidos para una parte de los ciudadanos, pero que tiene una gran importancia desde el punto de vista documental y para el recuerdo de hechos y momentos pasados.
Son miles de legajos que recogen buena parte de la historia de la Ciudad del Tajo y que se encuentran debidamente ordenados y catalogados en el Palacio de Congresos y Exposiciones del Convento de Santo Domingo.
En las vitrinas de este espacio histórico se encuentra, entre otros documentos de gran valor testimonial, el libro de repartimiento de las tierras de Ronda entre los nobles señores y caballeros que, con sus ejércitos, participaron en la reconquista de la ciudad por parte de los Reyes Católicos en 1485. Uno de los ejemplares más antiguos y valiosos con que cuenta el Archivo Histórico Municipal.
Otro legajo de gran contenido sentimental para los rondeños es el que hace referencia a la partida de nacimiento del insigne Pedro Romero, inventor del toreo a pie. Este documento, fechado en 1818, da fe de “la limpieza de sangre de los padres y abuelos” del matador de toros. Un pergamino de vital importancia en unos tiempos en los que no existía documento nacional de identidad (DNI) y que de esta forma servía para confirmar a los demás que se era quien se decía ser.
También hay otros legajos que llaman la atención, como el firmado en 1547, a través del cual se emite una cédula para que el obispo de Málaga informe de que la ciudad de Ronda pide cantores para la iglesia Mayor.
El Archivo Histórico Municipal a lo largo de los siglos ha ido dando vueltas por diferentes lugares de la ciudad, hasta asentarse en su ubicación actual. Desde el siglo XV, cuando se recogieron los primeros legajos y libros en un mueble que tenía tres llaves y que eran custodiadas por el Cabildo, este archivo no ha parado de moverse; desde los antiguos juzgados al Cuartel de Milicias, para después marchar al viejo Ayuntamiento de la plaza de España o a la Casa de la Cultura, sufriendo en todo este tiempo incendios y expolios. Cinco siglos después ya tiene sus vitrinas fijas.
Para el cuidado de la documentación se cuenta con el trabajo de la archivera municipal, la licenciada en Geografía e Historia, Clotilde Mozo, quien durante las últimas décadas se ha dedicado a la catalogación y clasificación de la documentación.
Actualmente los archivos municipales ocupan dos espacios, siendo el principal situado en el Convento de Santo Domingo y donde se almacenan los documentos que van desde el año 1481 hasta 1985. A partir de ese año, los informes, resoluciones y demás legajos de importancia ocupan unas dependencias en los bajos del propio Ayuntamiento.
Historiadores, investigadores, escritores, profesores y estudiantes son los perfiles más habituales de las personas que se acercan hasta el Archivo para consultar estos documentos, siendo principalmente temas relacionados con la historia, la genealogía y el urbanismo los asuntos más vistos.
Además, muchos estudiantes universitarios también recorren las vitrinas buscando información para sus tesis doctorales de fin de carrera e incluso, investigadores franceses e inglese y de otros países europeos también llegan a Ronda buscando todo tipo de datos, momentos y personajes para sus trabajos.
Todo un legado de nuestros antepasados y que guarda la esencia de la historia de Ronda.