Esta iniciativa, que ha sido llevada a cabo por la técnica de promoción de la salud del área sanitaria, Gema Díaz, contó con la participación de un total de 45 escolares con edades comprendidas entre los diez y trece años. Concretamente, se ofreció información sobre los efectos y riesgos del tabaquismo, los beneficios de dejar de fumar, los perjuicios del tabaquismo pasivo en jóvenes y adolescentes, los tipos de dependencia que provoca el tabaco, los componentes del tabaco, así como las razones por las que los jóvenes comienzan a fumar.
Esta acción de promoción de la salud entre la población joven tiene como principal objetivo que el alumnado tenga información a su alcance sobre los perjuicios del tabaco en esta etapa de su vida en la que todavía no se han iniciado en el consumo o en la que se están produciendo los primeras tomas de contacto con esta hábito nocivo para la salud. De este modo, se pretende retrasar al máximo la edad de inicio al consumo de tabaco, o evitarlo.
Por último, añadir que los jóvenes asistentes pudieron resolver sus dudas y acabar así con falsos mitos acerca del tabaco. Además, se les entregó material informativo de educación para la salud sobre los beneficios del abandono del hábito tabáquico.
Actividades preventivas
En la línea de prevención del tabaquismo, la Consejería de Salud y Bienestar Social ha reforzado los programas dirigidos a la población joven con el objetivo de dotarles de las herramientas necesarias para reconocer los mecanismos de presión que pueden inducirles a iniciarse en el hábito de fumar.
«A no fumar ¡me apunto!», es el programa de promoción de la salud y prevención del tabaquismo desarrollado por la Consejería de Salud y Bienestar Social en el marco del Plan Integral de Tabaquismo. Este programa, que incluye, además de las actividades curriculares, dos concursos para reforzar los mensajes de prevención de tabaquismo, tiene su recorrido en los centros escolares andaluces, como son «Déjalo y gana», dirigido a alumnos de 3º y 4º de ESO, Bachillerato y Ciclos Formativos, y «Clase sin humo», para 1º y 2º de ESO.
Además, para los jóvenes que ya se hayan iniciado en este hábito, la Consejería pone a su alcance programas de deshabituación en el entorno escolar, adaptados a sus horarios y con sesiones grupales junto a otros compañeros.
Conseguir centros docentes sin humo es una de las medidas desarrolladas por el Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía para evitar el consumo de tabaco entre la población más joven, en tanto los profesionales de la educación, al igual que los profesionales sanitarios, son considerados modelos sociales en lo que a hábitos se refiere.
Es por ello, que el plan andaluz promociona la deshabituación no solo entre los docentes, sino para toda la comunidad educativa, acercando los programas adecuados para conseguir este fin.