El joven, de 17 años, está ingresado en un centro de menores por este caso tras ser arrestado por la Guardia Civil por su presunta relación con la muerte de María Esther, de 13 años, que desapareció el 19 de enero y cuyo cuerpo fue hallado un día después en el interior de una caseta asociada a una piscina en las afueras de Arriate.
Al parecer, su abogado defensor, Andrés Gálvez, ha indicado que el menor sí ha reconocido que conocía a María Esther pero «como tantos chicos, porque es una localidad bastante pequeña y todo el mundo se conoce y se reúnen en los mismos sitios, aunque eso no supone que haya cometido ningún hecho penal por simplemente relacionarse con determinadas personas», según ha indicado el letrado quien ha dicho, según Europa Press, que a su cliente no se le ha preguntado por las pruebas biológicas que presuntamente le relacionan y ha añadido que «si eso consta en alguna analítica forense, tendrá que ser objeto de investigación y ratificación». Ha explicado que no se ha modificado el régimen de internamiento porque no era el motivo de la comparecencia, primera en la que declara.
Según Gálvez, que ha expresado su «más sentido pésame» a los padres y familiares de la víctima y ha afirmado el joven sí ha manifestado sus quejas por «el trato recibido cuando fue detenido y lo trasladaron a Málaga», porque parece ser que de madrugada «constantemente se le estuvo despertando, intentando interrogar y afirma que se sintió coaccionado».
El abogado del detenido ha señalado también que la causa está en fase de investigación y «está abierta», recordando que «cuando se acordó el secreto de las actuaciones y se prorrogó, el razonamiento era porque podía averiguarse la intervención de terceras personas».
Por su parte, la abogada de la familia de la niña, Barbara Royo, ha asegurado que en su opinión «no necesito ninguna evidencia ni ninguna prueba más».
La letrada ha precisado que el menor sólo ha contestado a las preguntas de la defensa, pero no a sus cuestiones como acusación particular, aunque ha recordado que «tiene derecho a declararse inocente, a no declarar a ninguna o algunas preguntas y por supuesto no tiene obligación de decir verdad, por tanto no debe extrañarnos que se declare inocente».
Royo ha reiterado que, desde su punto de vista «hay indicios y evidencias suficientes no sólo para sentarle en un juicio sino como para que finalmente un juez le condene por asesinato» y ha indicado que «con la investigación que ha realizado la Guardia Civil y con las declaraciones de algunos testigos que corroboran ciertos aspectos, la cosa está muy clara».