Un total de 55 excursionistas formaron parte del grupo de rondeños que realizaron el pasado domingo el último recorrido del programa ‘Es tu medio, es tu ambiente’ que media entre Benarrabá y Gaucín, dos de las poblaciones más interesantes del Valle del Genal.
Guiados por el concejal de Medio Ambiente, Rafael Flores, y con la colaboración de dos monitoras del Plan de Empleo Joven, se eligió este tramo de la Gran Senda de la Serranía de Ronda (GR-141). Durante el trayecto se visitaron el lavadero municipal de Benarrabá y las preciosas huertas situadas bajo el monte Porón; aunque después, tras vadear el arroyo de las Veguetas, el paisaje cambió de vegetación y el alcornoque o chaparro, como se le conoce en la Serranía, se adueñó de la foresta circundante.
En una de las paradas en el monte público de Benarrabá, Isidro García, reconocido autor de libros sobre la historia y etnografía de nuestra comarca, disertó en una animada charla sobre la importancia de la arriería y los caminos, en especial el llamado Inglés, transitado en siglos pasados por los llamados viajeros románticos.
Más adelante, desde posiciones más altas, se pudo contemplar Alpandeire, Cartajima, Jubrique, Genalguacil y Benarrabá, desde donde se inició el recorrido. La constante neblina situada en Sierra Bermeja, Sierra Crestellina y Campo de Gibraltar impidió gozar de la panorámica al Peñón y costas africanas.
Al cambiar de vertiente se entró en el valle del Guadiaro y se pudo llegar al Asalto del Cura, lugar envuelto en leyendas y cubierto por un bonito castañar. Ahora tocaba recorrer los montes públicos de Gaucín, entre vetustos quejigos y vistas al macizo de Líbar, con Cortes de la Frontera en lontananza, situada entre las sierras de los Pinos y Blanquilla, en pleno Parque Natural Sierra de Grazalema. El último tramo atraviesa el pago de la Lobería, por un sendero de gran belleza y hermosa vegetación.
Al llegar a Gaucín se pudo visitar el castillo del Águila, de origen romano, pero de gran importancia en el periodo andalusí. Allí murió el célebre Guzmán el Bueno. Dentro del recinto amurallado se contempló la ermita del Santo Niño. Acabó la ruta recorriendo las preciosas calles de este pueblo, completando una bonita jornada serrana.