Su responsable, Sergio Flores, ha destacado que estas catas están siendo de interés para muchos rondeños y turistas. Se enseña desde cómo coger una copa de vino, cómo servirlo y hasta como diferenciar olores. Las catas duran 3 horas y media y se llevan a cabo en el mismo museo.
Las catas comienzan con los vinos tradicionales, dulces, blancos, blancos de crianza, rosados… y así hasta llegar a toda la gama de tintos. Para participar hay que inscribirse previamente porque son grupos reducidos de 15 personas.
Quienes participan, con todo, son especialmente turistas de la costa, puesto que estas actividades se están ofertando en los propios hoteles de destino de quienes vienen a Ronda a disfrutar unas horas de la ciudad.
Por cierto que, según nos han dicho, es ahora en verano cuando más bajan las ventas de vino tinto, en beneficio de los rosados o blancos.
Recuerden que estos días, además, en el Museo del Vino, se puede contemplar además una exposición de los trajes de goyescas de todas las últimas décadas. La muestra permanecerá allí hasta Septiembre.