Los restos óseos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Málaga para la correspondiente autopsia, con el fin de determinar si está completo el esqueleto, así como la fecha del fallecimiento y el sexo.
Parece que en una primera estimación se habla de que los restos puedan tener entre 10 y 15 años de antigüedad, aunque serán los análisis forenses los que tengan que confirmar este extremo. La autopsia, que comenzó ayer, podría prolongarse una semana, ya que en primer lugar es preciso estudiar las piezas halladas, componer el esqueleto y hacer un minucioso estudio antropológico del mismo, según explicaron a Efe fuentes judiciales. Debido a ello no se ha podido determinar todavía si se trata de un varón o una mujer y si la muerte ha sido natural o violenta.
Cabe destacar que se trata del segundo hallazgo de un cadáver en la Serranía en un corto espacio de tiempo. El pasado mes de mayo unos espeleólogos hallaron restos humanos en una sima de la Serranía de Ronda que podrían llevar varios años en el lugar.
Los montañeros, que pensaron en un primer momento que se trataba de huesos de un animal, después se percataron de que los restos parecían ser humanos, por lo que avisaron del hallazgo a la Guardia Civil, quien avisó a la Policía Nacional, que se hizo cargo de la investigación.