María Ángeles Gómez, de la óptica rondeña Óptica Baca, nos ha dicho que es conveniente no abrir los ojos bajo el agua, porque muchas veces el cloro no es lo más perjudicial, sino otros elementos que contaminan el agua pese a la cloración.
Entre los consejos, por cierto, uno para quienes utilicen lentes de contacto, las conocidas lentillas. No es nada aconsejable bañarse con ellas porque también pueden originar serios problemas en nuestros ojos al asumir el cloro del agua y también las posibles infecciones.