Las actuaciones de los agentes se han prolongado desde la madrugada hasta esta misma mañana
La Policía Local de Ronda ha vivido una noche que se puede calificar de esperpéntica en mitad de esta pandemia de Covid-19: los agentes han tenido que intervenir en hasta en seis botellones en el término municipal de Ronda, la mayoría en caminos públicos y uno incluso dentro del casco urbano. Se han levantando más de una decena de actas, la última actuación se ha realizado esta mañana a las ocho y cuarto de la mañana.
Según ha relatado José Carrasco jefe de la Policía Local en La Mañana de Radio Ronda, la primera actuación se produjo pasada la una y media de la madrugada en el carril de acceso al paraje de la Virgen de la Cabeza. A las dos y diez de la madrugada, no lejos de allí, en el carril de Sijuela, los agentes tenían que volver a intervenir. El trabajo de los agentes continuó con una nueva intervención a las cuatro y diez de la mañana en la calle Deportes, en el barrio de San Rafael. A las siete menos diez, los agentes encontraron a otro grupo distinto de personas consumiendo alcohol en el Camino Cuesta Chavera. A las ocho menos veinte de la mañana se desplazaron hasta el Llano de la Cruz, donde dos llamadas de ciudadanos alertaron de la presencia de jóvenes en un botellón. A llegada de la Policía, ha relatado Carrasco, los participantes se acababan de marchar porque en el lugar quedaban restos, incluso el hielo que se le pone a las bebidas. La última vez que ha tenido que intervenir la Policía ha sido esta mañana a las ocho y cuarto en el Cordel de los Pescadores, junto al río, donde incluso se producía la desbandada de los que estaban en el sitio que huyeron entre las cañas que hay junto al cauce.
Se han levantado más de una decena de actas, todas ellas a personas mayores de edad, según ha confirmado el jefe de la Policía Local quien ha recordado que la práctica del botellón está prohibida en Ronda desde incluso antes de que se estableciera así por parte de la Junta de Andalucía como medida para frenar la transmisión de los casos de Covid-19. En este sentido Carrasco ha insistido en que el botellón no sólo afecta a los que participan en esta práctica prohibida si no también en su ámbito familiar y otros contactos exponiéndolos a un más que posible contagio.