Nació a la una menos cuarto de la madrugada del sábado al domingo, pesó 3.960 gramos y midió al nacer 50 centímetros. Sin duda, llenó de felicidad a estos padres que ojalá se haga extensiva en este año a toda la ciudad.
María de la Paz se mostró muy feliz a pesar de, como decía tras el alumbramiento, no haber podido tomarse las uvas, aunque cuando llegó al hospital no pensaba que estuviera a punto de dar a luz.
Su padre, Francisco Javier, comentó que los dos estaban deseando que naciera la pequeña y, aunque adelantada en las previsiones, no hay regalo de reyes que supere al momento vivido por la llegada al mundo de su primera hija.