El alcalde de Jubrique, Alberto Benítez, recuerda en La Mañana de Radio Ronda como vivió el incendio de Sierra Bermeja del que se cumple un año
Han pasado doce meses desde que se alertara de las primeras llamas del incendio que calcinó casi 10.000 hectáreas en Sierra Bermeja, el mayor que sufrió España en 2021. El fuego se inició de madrugada, en el término municipal de Jubrique y a partir de ahí comenzaron seis días de lucha sin tregua que se cobró incluso una vida humana, la del bombero forestal Carlos Martínez Haro, del CEDEFO de Alhama de Almería, desplazado en un despliegue de medios sin precedentes en Andalucía, con 5.631 profesionales sobre el terreno, 98 vehículos pesados y 267 medios aéreos del servicio de extinción de incendios forestales de Andalucía (Plan Infoca), junto a 230 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), otros 130 efectivos de los bomberos del Consorcio Provincial de Málaga y otros puntos de España, y 43 procedentes de la BRIF del Ministerio para la Transición Ecológica. Hoy, en La Mañana de Radio Ronda, Alberto Benítez, alcalde de Jubrique, ha recordado cómo fueron aquellas primeras horas en las que las llamas corrían por el monte sin control. «Solo por la noche ya se habían quemado 2.500 hectáreas, antes de que pudieran llegar los primeros medios aéreos al amanecer», ha explicado el regidor.
Unas condiciones meteorológicas muy adversas unidas a la complicada orografía crearon un incendio que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, no dudó en calificar como “un monstruo” durante su visita al Puesto de Mando Avanzado (PMA). Al sexto día cayó algo de lluvia y eso permitió establecer un perímetro en torno al fuego y comenzar a luchar en la extinción del fuego que no se dio por concluido hasta el 24 de octubre, 46 días después. En ese tiempo se perdieron 7.300 de las hectáreas de bosque de titularidad pública y otras 2.000 de titularidad privada. La mayor parte de la superficie quemada perteneciente a Estepona, con 4.117 hectáreas calcinadas. En las localidades de Casares, Jubrique y Genalguacil se quemaron más de un millar de hectáreas en cada una de ellas. También se vieron afectados los términos municipales de Júzcar, con 471 hectáreas; Faraján, con 285 y Benahavís con 0,48.
A causa del fuego además se tuvo desalojar de forma preventiva a 2.670 personas. El alcalde de Jubrique ha recordado los momentos de angustia vividos cuando la totalidad de sus vecinos fueron evacuados, primero a Algatocín y posteriormente a Ronda, donde el Ayuntamiento preparó junto a Cruz Roja y entidades colaboradoras como la Hermandad del Santo Entierro, un primer lugar de acogida en el polideportivo del Barrio de San Francisco. «No esperábamos el avance del incedio y de madrugada nos desalojaron. Fue de lo que más sufrí, la evacuación de mis vecinos, algunos con más de noventa años, algunos encamados», ha dicho Benítez.
Un año después, ha explicado el regidor, las cosas son afortunadamente muy diferentes aunque todavía queden cuestiones por resolver. Harán falta unos veinte años, según los expertos, para que el monte se recupere. No obstante, ha recordado el regidor, a pesar de que Jubrique es una localidad pequeña, cuenta con un término municipal muy amplio,con mucho paisaje todavía para disfrutar por parte de todos aquellos visitantes que se acerquen a este rincón del Valle del Genal. Hay cinco rutas homologadas por la Federación Andaluza de Montaña (FAM) que no resultaron afectadas por el incendio y además se trabaja desde el Ayuntamiento en un nuevo recorrido con puentes colgantes para unir Jubrique con Genalguacil y que estará listo de cara al otoño, cuando mayor número de visitas se producen para contemplar el Bosque de Cobre, el color rojizo de los miles de castaños en el Valle.