Sobre el caso de María Esther, la niña asesinada el Arriate, les apuntamos que, según informa la agencia de noticias Europa Press, Los padres de María Esther Jiménez, la menor de 13 años cuyo cadáver fue encontrado la pasada semana en Arriate con signos de violencia, han informado este jueves de que su hija recibió dos cartas con amenazas en su domicilio, antes de que sucedieran los hechos. En este sentido, han explicado a los periodistas que cuando las cartas llegaron a su casa no le hicieron mucho caso, ya que pensaron que «no era nada importante» y que se trataba de «una chiquillada». No obstante, las habían llevado a la Policía Local y también le habían preguntado a su hija si alguien la tenía amenazada, contestando la menor que no. La Guardia Civil ha informado hoy de que la investigación para esclarecer el crimen «sigue su curso» y que se sigue «a la espera de los resultados de las pruebas de ADN» para esclarecer los hechos”.
Y esto se lo contamos cuando hoy finalmente no se ha celebrado, al menos en la calle, la concentración anunciada para este mediodía en el Instituto Escultor Marín Higuero donde estudiaba la pequeña María Esther Jiménez.
Lo cierto es que en Arriate se intenta, con dificultad, volver a la normalidad. Esto es lo que ha pasado hoy en este centro educativo, después de que la Delegación Provincial de Educación haya enviado una nota en la que se pide que se retome poco a poco la normalidad por el interés de los alumnos. Así, pese a que se anunció una concentración de recuerdo en la que participarían no sólo los alumnos de secundaria sino también los alumnos del colegio público de Arriate, finalmente no se ha celebrado el acto.
En el instituto, una portavoz de los docentes ha explicado que los alumnos guardarían un minuto de silencio en la intimidad de las aulas para recordar a la compañera fallecida.
Y mientras, los investigadores tratan de ir encajando las piezas de un puzzle que aún sigue incompleto.
Mientras llegan los resultados de las pruebas de ADN, la Guardia Civil está peinando estos días las calles más próximas al domicilio de la menor. Han comenzado por el vecindario donde reside la familia. Agentes de paisano están llamando prácticamente casa por casa para preguntar a los vecinos dónde estuvieron y si vieron algo extraño la noche del miércoles de la semana pasada, cuando la niña fue vista por última vez, según explicaba los propios vecinos a los medios de comunicación.