Mis sensaciones han sido muy positivas, pues cada día que iba pasando en el, iba encontrándome mejor, lo que me ha permitido hacer etapas hasta de 48 kms y de 43 kms, como el día de la subida a O Cebreiro y el día de La Cruz de Ferro.
Considero que es el Camino de la Amistad, por la cantidad de peregrinos que hay en el y por la convivencia tan positiva que se da en los albergues con ellos.
Durante los últimos 300 kms. he convivido con Cristina de Ribadeo (Lugo) y Amelia de León, donde ha surgido una amistad duradera en el tiempo. También he convivido con Pepe y Sagrario de Tudela, de los que guardo buenos recuerdos, Laurence de Suiza, Anthony de Austria, Enrique, David, etc..
En el Camino hay que ser autosuficiente, para curarse los pies, para lavarse la ropa, tenderla y estar pendiente de ella, prepararse la comida, en definitiva ser uno mismo sin depender de los demás.
En el camino hay mucha espiritualidad y cada uno la vive como mejor lo considera necesario. Hay mucho tiempo para pensar y ordenar tus ideas. Para comunicarte con los demás. Para darte cuenta que mucha de las cosas que tenemos, no las necesitamos para nada.
Mi opinión es que haría falta, que todos pudiéramos pasar por el, aunque solo fuera unos días, para que se pudieran entender estas opiniones.
Gracias a todos los que se han interesado por mi durante los días que ha durado mi aventura, y en especial a Radio Ronda, por las entrevistas que me habéis hecho en directo.
He pretendido en este Camino, hacer partícipe a muchos, de mi existencia en el, contándoles día a día, a través de Internet, mi acontecer diario. Creo haberlo conseguido y el éxito de esta aventura, en parte se la debo a ellos, ya que se que todos los días esperaban noticias mías y no podía defraudarles.
Gracias a todos y un beso.
Rafael Lesmes García.
Septiembre 2010.