Silvema afirma que después de reiteradas alegaciones por su parte, ACUAES no ha tenido más opción que reconocer que la actuación a suponer la desaparición de unos 140 árboles” (la mayoría de ellos quejigos y encinas centenarios)”
Silvema Serranía de Ronda-Ecologistas en Acción ha anunciado que ha denunciado a Aguas de las Cuencas de España, S.A. (ACUAES) por su supuesta ocultación y manipulación de datos en la fase de evaluación ambiental de la futura estación depuradora que dará servicio a las localidades de Benaoján y Montejaque. Según un comunicado de prensa emitido por el colectivo, desde 2020 ACUAES habría encubierto “la inevitable tala masiva de encinas y quejigos centenarios dentro de una zona de especial protección del Parque Nacional Sierra de Grazalema” donde estarán ubicadas las instalaciones de la futura depuradora.
En el escrito Silvema asegura que después de estudiar en detalle el último de los tres documentos ambientales presentados por ACUAES en noviembre pasado, la asociación ha detectado “indicios suficientes para fundamentar una denuncia” dirigida a la Dirección de Auditoría y Control Interno de ACUAES así como a la Dirección General de Agua del Ministerio para la Transición Ecológica. El comunicado continua señalando que desde 2020 el promotor lleva intentando superar la fase de evaluación ambiental del proyecto y que la razón de que no haberlo conseguido, según Silvema, es que “el promotor ha redactado los documentos ambientales con el fin de ocultar el impacto real de la actuación así como de desviar la intención sobre la normativa aplicable en la zona protegida”.
En este sentido se afirma que, “en versiones anteriores del documento ambiental, el promotor ha manifestado que la actuación supondría la tala de unos 15 pies de encina y que, después de reiteradas alegaciones por parte del Silvema, ACUAES no ha tenido más opción que reconocer que la actuación a suponer la desaparición de unos 140 árboles” (la mayoría de ellos quejigos y encinas centenarios)”. Silvema asegura también que ha descubierto que el promotor habría manipulado “el texto de la normativa del parque eliminando toda referencia a las restricciones en cuanto a la instalación de infraestructuras en la zona elegida”.
Igualmente, Silvema afirma que “para desviar el foco de atención de la mediocridad y posible ilegalidad de su actuación, el promotor quiere ahora responsabilizar a los vecinos y a las administraciones del retraso”.