Un total de 400 personas se han beneficiado en el Área Sanitaria Serranía de Málaga del Plan de Cuidados Paliativos en los últimos dos años. En 2012 fueron 188 los usuarios incluidos en el citado plan de cuidados y 212 se han registrado hasta agosto del presente año. Estas personas son atendidas por su médico de familia, por médicos internistas, por el oncólogo o por el Equipo de Soporte de Cuidados Paliativos (ESCP) en función de su situación clínica y de si se trata de un paciente hospitalizado o en domicilio.
Desde el año 2008 el Área Sanitaria Serranía de Málaga cuenta con un ESCP, formado por una médica de familia y una enfermera, con formación específica en esta área asistencial, que prestan atención sanitaria a los municipios de Ronda y la comarca, así como a localidades de la Sierra de Cádiz. La mayor parte de la actividad de este servicio se centra en la atención domiciliaria a pacientes y cuidadores. También estas profesionales ofrecen asesoramiento telefónico tanto a pacientes, como a personas cuidadoras y a profesionales sanitarios.
Indicar también que el ESCP no sólo trata a pacientes con causa oncológica, sino que también da cobertura a personas con causas no oncológicas como pueden ser cardiopatías, problemas respiratorios o neurológicos, entre otros. De este modo, entre los objetivos de este equipo se encuentra ofrecer atención sanitaria a pacientes que necesitan cuidados paliativos en cualquier entorno en el que se considere necesaria su intervención, sobre todo en el ámbito domiciliario, intentando ayudarles en el control de síntomas, así como proporcionarles el apoyo y acompañamiento psicoemocional necesario.
Plan Andaluz de Cuidados Paliativos
El Plan Andaluz de Cuidados Paliativos es un instrumento que nace con el objetivo de proporcionar una atención integral a estos pacientes. A través de él se pretende dar una respuesta adecuada a las necesidades de diversa índole, tanto físicas como emocionales, sociales y espirituales, que presentan las personas que se hallan en esta situación, así como a sus familias, procurándoles el máximo grado de bienestar y calidad de vida posibles, siempre dentro del respeto a la dignidad y voluntad personal en su último periodo vital.