La sesión, extraordinaria, se intuía tranquila, pero finalmente uno de los puntos, la bonificación del ICIO, el impuesto de construcciones, a la Unión Temporal de Empresas que construyó Martínez Astéin, provocaba un auténtico cruce de reproches entre el Gobierno y la oposición.
Y es que, aunque todos los partidos votaban favorablemente a esa bonificación, puesto que todos decían que ciertamente sí se intuye un fin público a la construcción de dicho aparcamiento que en un futuro revertirá en el Ayuntamiento… pese a eso, el PSOE recriminaba al equipo de Gobierno que proponga bonificar más de 200.000 euros a esa empresa cuando, dicen los socialistas, desde el Gobierno se insiste en que las cuentas municipales no están saneadas. El Gobierno municipal, por su parte, volvía a hablar de ruina para descalificar la gestión del anterior gobierno.
Cañestro pedía al Gobierno en este sentido más trabajo y menos quejas, según dijo textualmente. La alcaldesa respondió en torno a la bonificación de dicho dinero que tal hecho es un mal menor que ayudará a una empresa que sí puede generar riquezas, que es lo que la ciudad necesita:
En la sesión se bonificaron también estos impuestos de obras a dos actuaciones de interés público que se van a acometer en el instituto Gonzalo Huesa para la construcción de un ascensor (aquí se ha bonificado el 90 por ciento), al igual que en el caso de unas obras de mejora que se acometerán en Santa Bárbara.
Y al final salían adelante con los apoyos de todos los grupos, salvo Izquierda Unida, dos convenios urbanísticos, uno para construir un centro comercial junto al nuevo Hospital y también el famoso convenio de las cornisas del Tajo.
Se aprobó el convenio para el inicio de la tramitación del uso de una parcela junto al nuevo hospital donde se pretende construir un supermercado. Izquierda Unida pedía que dicho suelo se utilice para posibles futuras ampliaciones del centro sanitario, oponiéndose a tal uso, mientras el Gobierno municipal defendió la necesidad de un centro comercial de este tipo en esta zona concreta de Ronda.
Finalmente también salió adelante el convenio urbanístico para la construcción de las viviendas y el hotel previstos en la cornisa del Tajo. Tras que el Supremo haya dado la razón a los propietarios, el Ayuntamiento ha aceptado iniciar la tramitación urbanística de un proyecto anquilosado en el tiempo y que, según ha defendido el concejal de obras, finalmente resulta mucho más respetuoso con la ciudad que el inicialmente previsto. Izquierda Unida ha lamentado que ni el Ayuntamiento ni la Junta hayan sido capaces de satisfacer a la propiedad mediante la compra de esos suelos para evitar el impacto y consiguiente daño ambiental de construir en las cornisas.