El Área Sanitaria Serranía de Málaga ha instalado varios puntos informativos para ofrecer recomendaciones sobre cuidados de la salud frente al calor en los municipios de Algatocín, Benaoján y Cortes de la Frontera. Esta actividad ha estado coordinada por la enfermera gestora de casos de la Unidad de Gestión Clínica de Benaoján y de Algatocín del Área Sanitaria Serranía de Málaga, María Gutiérrez.
De este modo, durante esta semana, se están llevando a cabo mesas informativas en las plazas y centros de salud de estas localidades a través de las que se ofrecen consejos antes las altas temperaturas, así como material educativo e informativo con la finalidad de prevenir los efectos del calor en las poblaciones más vulnerables y en la ciudadanía en general.
Los folletos informativos que se reparten recogen información relativa al perfil de la población de riesgo y las principales medidas de prevención, entre las que se incluye la importancia de no romper la cadena de frío de los alimentos, así como la adecuada conservación de medicamentos.
Además, para hacer más atractiva esta iniciativa, también se realiza un reparto de abanicos de cartón que incluyen mensajes sobre la importancia de hidratarse, de evitar comidas pesadas, de mantenerse fresco y de protegerse del calor, con el objetivo de que las personas que se acerquen hasta estos puntos informativos puedan trasladar estos consejos al resto de los vecinos y vecinas.
En algunas de las localidades, en las que se ha realizado esta acción en salud, también se ha hecho difusión de la actividad a través de la megafonía con la intención de que el mayor número posible de personas se acercasen hasta estos puntos de información sobre prevención ante la llegada de las altas temperaturas.
Consejos frente al calor
En todas estas iniciativas se recomienda a los asistentes evitar las salidas y actividades físicas en las horas de más calor. Igualmente, se aconseja vestir ropa ligera y amplia, de color claro y llevar la cabeza protegida o pasear por la sombra. También se recuerda la importancia de cerrar las ventanas y cortinas en las fachadas expuestas al sol y mantenerlas cerradas mientras la temperatura exterior sea superior a la interior. Además, se hace especial hincapié en la atención a ancianos y niños, que son más vulnerables al exceso de calor ambiental y corren un mayor riesgo de deshidratación.
Otro de los consejos ofrecidos es permanecer en las habitaciones más frescas del domicilio, ducharse o bañarse varias veces para refrescar el cuerpo. Es importante que se beba abundantes líquidos (agua, zumos…), incluso sin sed e intentar no consumir bebidas alcohólicas y tomar frutas y verduras.
Por otro lado, destacar que durante los meses de verano es cuando se debe extremar al máximo el cuidado de los alimentos con el objeto de evitar las intoxicaciones alimentarias. Para ello, se recomienda extremar la limpieza de los alimentos frescos, no romper la cadena del frío, organizar adecuadamente la comida en el frigorífico y tener un especial cuidado con las salsas.
Estas informaciones también están disponibles en la web de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, concretamente en la sección «Verano 2014: Cuida tu salud» www.juntadeandalucia.es/salud/cuidadoscalor.
Plan Andaluz para la prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud
Desde 2004, el Servicio Andaluz de Salud tiene establecidas diversas líneas de trabajo con las enfermeras de atención primaria y atención hospitalaria, así como de los dispositivos de Salud Mental, para hacer frente, de manera efectiva, a los problemas de salud derivados de las elevadas temperaturas.
Por un lado, en atención primaria, se contemplan las siguientes actividades: información a la población general; identificación de los pacientes de riesgo para su inclusión en el plan de seguimiento telefónico que realiza Salud Responde; intensificación de las visitas domiciliarias (monitorizando los signos y síntomas relacionados con el calor y proporcionando consejos para evitar y controlar los efectos del aumento de las temperaturas); y talleres de formación e información a profesionales de los centros residenciales (con la remisión de información sobre el uso y conservación de medicamentos, medidas preventivas y protocolos de actuación ante la aparición de sintomatología relacionada con el calor).
Las personas identificadas como población de riesgo son, en su mayoría, personas mayores de 65 años, pacientes frágiles que viven solos, cuyo estado de salud está debilitado por padecer alguna patología crónica de alta morbilidad (insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, demencia, trastorno mental grave, insuficiencia renal, obesidad excesiva, hipertensión arterial o diabetes mellitus) y/o que tomen un medicamento que pueda influir en la adaptación del organismo al calor (psicotropos, antidepresivos, hipotensores y diuréticos), a lo que se suma en muchos casos no disponer de condiciones de habitabilidad adecuadas en sus viviendas para protegerse del calor.