El Hospital de la Serranía de Ronda ya trabaja para la implantación del PatientBlood Management (PBM) que se basa en tres pilares: la optimización del volumen sanguíneo, la minimización de las hemorragias y la mejora de la tolerancia a la anemia. Se trata de una estrategia global que ofrece criterios e instrumentos para reducir transfusiones en los procesos médicos y quirúrgicos en los cuales los excesos en el uso de bolsas de sangre son más habituales. Hoy en día se considera que desplegar PBM de manera transversal a todos los servicios y unidades es la mejor manera de ajustar las transfusiones a los criterios recomendados por la evidencia. El despliegue de PBM en las organizaciones sanitarias es una recomendación de la OMS desde 2011 y de la Unión Europea desde 2017. Los profesionales del Área Sanitaria Serranía ya trabajan para facilitar y potenciar PBM como una práctica de valor por lo que se ha convocado a un grupo de profesionales que lideren el proyecto para definir una visión y generar estrategias apropiadas. A la primera de las reuniones han asistido un nutrido grupo de profesionales de las distintas unidades del centro. En 2014, un meta-análisis y una revisión sistemática demostraron que el hecho de ser restrictivos en la prescripción de las transfusiones reduce complicaciones cardíacas, riesgo de nuevas hemorragias, infecciones y mortalidad, además de mejorar otros aspectos relacionados con las complicaciones, por lo que los esfuerzos dirigidos a ajustar las indicaciones a las estrictamente necesarias están considerados como prácticas de valor, pero para llevarlas a cabo hay que vencer resistencias fuertemente arraigadas en las costumbres de su utilización. Los estudios observacionales vienen mostrando enormes variaciones en la tasa de transfusión para un mismo proceso clínico.