En este documento, la Diputación y la UMA se proponen cooperar en el desarrollo científico, tecnológico y social de la provincia, identificando las necesidades de los distintos sectores socioeconómicos y favoreciendo la transferencia y aplicación de resultados de I+D+I generados en la Universidad. De los 36.000 alumnos matriculados en la UMA, cerca del 40% procede de municipios de la provincia más allá de la capital.
Además de la organización conjunta de cursos, seminarios, conferencias y jornadas científico-técnicas y de formación, ambas instituciones colaborarán para participar en proyectos europeos en materias de interés común. Asimismo, se comprometen a establecer redes de cooperación en los ámbitos empresarial, laboral, cultural, artístico y deportivo.
En primer lugar, se pondrá en marcha un programa para incorporar a alumnos de la Universidad de Málaga como becarios en los ayuntamientos con menos de 25.000 habitantes que se adhieran a esta propuesta. En una segunda fase, los estudiantes podrán hacer prácticas también en empresas y cooperativas de sus propios municipios.
En segundo lugar, se organizarán acciones formativas con un objetivo muy claro: facilitar y fomentar la búsqueda activa de empleo, haciendo especial hincapié en el emprendimiento y la creación de empresas.
Además, se potenciará la formación reglada y acreditada en idiomas, aprovechando la labor de la Fundación General de la UMA (que imparte un total de nueve idiomas) y haciendo posible que los alumnos se puedan examinar en todas las comarcas de la provincia, teniendo en cuenta que actualmente sólo pueden hacerlo en Málaga capital, Ronda y Antequera.