El acuerdo estaría «en manos de los abogados» de ambas partes y a falta solo de «algunos flecos» para su firma definitiva. Los trabajadores consideraban su despido como «improcedente» y denunciaban que les había sido comunicado «de un día para otro y sin previo aviso». Por ello, exigían el pago de su indemnización, los 27 días que se le adeudan de mayo y los correspondientes al preaviso que no se cumplió. Tras varias reuniones, las posturas se han acercado, aunque los términos del acuerdo no han transcendido.
Durante varios meses los ex rabajadores han estado protestando en la puerta de la empresa con pitos y pancartas, lo que no era muy bien visto la dirección de la empresa. Partidos políticos y sindicatos han manifestado el apoyo a la protesta en varias ocasiones.