Bueno, pues nos han dicho que en Ronda la casuística es similar a la de cualquier otra ciudad media de este tipo, y han invitado a todos a no cerrar los ojos ante los malos tratos.
Sepan que la UPAP entra en funcionamiento cuando se produce una denuncia de malos tratos y el juez dictamina órdenes de alejamiento. En ese momento, dos agentes de Policía en la ciudad de Ronda cuidan de manera personalizada por la seguridad de las mujeres denunciantes.
Denuncias que no siempre llegan en el caso de las propias víctimas de malos tratos, por lo que en muchos casos se tiene que actuar de oficio. No obstante, en Ronda, en la mayor parte de los casos son las víctimas quienes se atreven a dar el paso.
Además, la seguridad de las mujeres está garantizada casi en la totalidad de los casos, siempre que la Policía y la UPAP conocen los casos, cuando llegan a poner en manos de estas mujeres incluso móviles para su exclusiva seguridad. El peligro suele radicar en el caso de mujeres que no denuncian por temor y cuyos casos no se conocen. Por ello, ha habido también llamamiento a la población en general para la concienciación con esta causa.